[ * “Tres mill moros cavalgan e pienssan de andar / ellos vinieron a la noch en Sogorbe a possar” (Cantar de Mio Cid)].
En la imagen, el “sello del salvoconducto cidiano” de nuestra localidad, que se puede conseguir en la Oficina de Turismo situada en la C/ Ignacio Marín, 1.
Desde el mes de octubre del año 2.010 nuestra amada Villa de Altura se ha sumado al sellado del salvoconducto del Camino del Cid; de esta forma ya son 16 los lugares de la provincia de Castellón donde conseguir el cuño oficial en la credencial “cidiana”. Altura forma parte de “La Conquista de Valencia”, un tramo en el que el viajero descenderá hasta Valencia utilizando el trazado romano que atravesó el Cid como se ha venido haciendo desde hace veinte siglos.
Excelente excusa pues para rememorar un capítulo de nuestra Historia. ¿Sabíais que durante un corto periodo de tiempo (desde aprox. el año 1081 hasta aprox. el año 1102) las tierras de Altura formaron parte del Reino de Castilla?. Eran sin duda tiempos convulsos, de Reconquista, en que las poblaciones y los territorios “cambiaban de mano” con frecuencia. Pertenecientes durante muchos años a Al Ándalus, y más tarde al Reino de Taifa de Balansiya (Valencia), las tierras de Altura fueron conquistadas –como las de toda la comarca, desde Jérica hasta Segorbe-, por Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid (Cid por cierto significa señor o guerrero en árabe), el cual actuando como caballero desterrado las sometió a su señorío particular como caballero castellano. Tras su muerte en 1099 los almorávides reconquistaron nuevamente las tierras, y no sería hasta 1.238 (aprox.) cuando fueron definitivamente reconquistadas por Jaime I de Aragón e incorporadas al Reino de Valencia como integrante de la Corona de Aragón.
En recuerdo de aquél pasado castellano, la Villa de Altura está integrada en el Camino del Cid.
Pero, ¿qué es el Camino del Cid?. Realmente es una Ruta Literaria, como hay pocas en Europa. Conocemos rutas peregrinas (El Camino de Santiago), rutas verdes (La Vía de Ojos Negros sin ir más lejos), rutas de ingeniería civil (el Canal de Castilla), y rutas literarias (esas que siguen el itinerario de una obra literaria). Habitualmente las rutas literarias suelen ser ficticias (verbi gracia la del Viaje a La Alcarria siguiendo el itinerario de la novela de Camilo José Cela); la peculiaridad –y relevancia- de la Ruta del Cid es que, basada en una obra literaria como es el Cantar de Mio Cid, está sin embargo refrendada en buena medida por la Historia cierta del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar, y sus años de destierro y conquista.
El Consorcio “Camino del Cid” es una entidad de naturaleza pública sin ánimo de lucro creada en el año 2002 e integrada por las Diputaciones Provinciales de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante, cuya finalidad es la promoción y difusión de los potenciales recursos culturales, turísticos y medioambientales de la ruta “cidiana”, con la finalidad de conseguir que el Camino del Cid se convierta en una ruta de referencia internacional, por cuanto de ella dimanan aspectos fundamentales relacionados con la historia, el arte, y la diversidad cultural de la España Medieval.
El mayor de los “cantares de gesta” españoles de la Edad Media, y una de las obras clásicas de la literatura europea, es el Cantar de Mio Cid. Compuesto a finales del siglo XII o en los primeros años del siglo XIII por un autor anónimo, estaba ya acabado en 1.207 cuando cierto Per Abbat (o Pedro Abad) se ocupó de copiarlo en un manuscrito. El Cantar de Mio Cid se basa en la parte final de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, desde que inicia el primer destierro en 1.081 hasta su muerte en 1.099. Aunque el trasfondo biográfico es bastante claro, la adaptación literaria de los sucesos es frecuente y de considerable envergadura; así pues, pese a la innegable cercanía del Cantar a la vida real de Rodrigo Díaz, ha de tenerse en cuenta que se trata de una obra literaria y no de un documento histórico al uso, y como tal ha de leerse.
Al abordar la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, es necesario diferenciar cuidadosamente entre los datos históricos firmemente documentados y la elaboración literaria de su figura, cargada de elementos legendarios y adaptada a las necesidades internas de cada una de las obras en las que de él se ha tratado. En la historia, Rodrigo Díaz fue un miembro prominente de la corte castellana durante el corto reinado de Sancho II el Fuerte (1065-1072) y al inicio del de su hermano y sucesor Alfonso VI, quien lo casó hacia 1074 con una pariente suya, doña Jimena Díaz. Sin embargo, una desafortunada actuación en la frontera toledana provocó el destierro de Rodrigo en 1081. Desde ese año hasta 1086, el caballero castellano, como tantos otros en su situación, estuvo al servicio de un rey moro, el de Zaragoza en su caso. Reconciliado con Alfonso VI, Rodrigo regresó a Castilla en 1086, siendo pronto enviado a Levante para proteger los intereses castellanos. Exiliado de nuevo por el rey en 1089, Rodrigo empezó a hacer la guerra por su cuenta, llegando en 1094 a conquistar Valencia, donde murió en 1099, siendo sus restos trasladados al monasterio burgalés de Cardeña cuando la ciudad levantina fue evacuada por los cristianos en 1102.
De modo que ya sabéis, durante unos años las tierras de Altura pertenecieron a la Corona de Castilla bajo el señorío de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, que también pasó por aquí.
Enlaces: http://www.caminodelcid.org/Poblacion_Altura.aspx
http://www.rtve.es/alacarta/videos/camino-del-cid/camino-del-cid-castellon-camino-hacia-mar-paisajes-cidianos/786079/
Fdo: José Ignacio González Ors.
Historia de la Villa de Altura 